martes, 3 de junio de 2014

Células Madre

Podemos definir como célula madre a una célula progenitora, autoperpetuable, capaz de generar uno o más tipos celulares diferenciados.  Intentaré explicar estos términos refiriéndolos a la especie humana ya que,  en definitiva, la investigación biomédica siempre se desarrolla desde un  punto de vista antropocéntrico. Como sabemos un nuevo individuo comienza  con el proceso denominado fecundación o fertilización, que consiste en la  unión de un gameto masculino (el espermatozoide) con otro femenino (el  óvulo) para dar lugar a una única célula, llamada cigoto. Esta célula se  divide formando dos células hijas, que a su vez se dividen otra vez,  originando cuatro células, y así se van sucediendo las divisiones hasta que  lleguen a formarse los millones de millones de células que constituyen el  organismo (nuestro organismo), en el que es obvio que no todas las células  son iguales sino que, conforme van ocurriendo las divisiones, las células  2 resultantes se van especializando (la palabra técnica es diferenciando) cada  vez más hasta dar lugar a todos los tejidos y estructuras que nos componen.

Es pues evidente, que la primera célula (el cigoto) es una célula madre con  una potencialidad total; esto es, capaz de originar cualquier célula del  organismo. Si nos fijamos, no ya en el cigoto, sino en las primeras 16 células  hijas descendientes de esa primera y que forman una esfera maciza llamada  mórula (porque a los investigadores que la estudiaron les recordó a la fruta  denominada mora), encontramos que esas células siguen manteniendo la  misma potencialidad, pues si se separan, cada una puede dar lugar a un  embrión completo, originando embriones gemelos, genéticamente idénticos.
Pero ¿y más delante, cuando son apenas un centenar de células y se ha  pasado de la esfera maciza a una esfera hueca llamada blastocisto?
Entonces las células siguen siendo células madre pero ya han perdido algo  de potencialidad, pues se puede distinguir entre aquellas células que  constituyen una masa interna, que formará todos los tejidos del embrión; y  las células externas, que sólo darán lugar a las cubiertas embrionarias. Más  tarde, ya hay miles de células y las que formaban la masa interna han ido  proliferando y se han organizado; primero en dos capas y luego en tres  constituyendo el embrión trilaminar. Las células de estas tres capas son  también células madre pero han perdido algo más de potencialidad, pues  cada capa sólo puede dar lugar a un grupo de tejidos, bastante numeroso,  pero no a todos. Con el paso de los días, conforme en el embrión se van esbozando las diferentes regiones de lo que será el organismo diferenciado, las potencialidades de sus células se limitan aún más; y hay células madre  que sólo lo son de tejido nervioso, otras que originan sólo epidermis y otras  que sólo son capaces de formar músculo o sólo hueso, por ejemplo. Pero en  etapas más avanzadas aún, habrá células que, dentro del sistema nervioso,  sólo originarán un determinado tipo de neuronas, o dentro del tejido muscular  3 sólo un determinado tipo de músculo, por ejemplo el del corazón. Son  también células madre pero ya de un único tipo celular.

Las células madre son un tipo de células que tienen una característica especial. Son capaces de convertirse en muchos tipos de células diferentes durante la vida temprana y el crecimiento. El debate sobre el uso de células madre embrionarias y la eficacia, a veces cuestionable, de las células madre adultas han llevado a muchos científicos y médicos a concentrar sus energías en las células de la sangre del cordón umbilical que obtienen de los recién nacidos sanos.

A pesar de que las células presentes en el cordón umbilical se clasifican técnicamente como “células madre adultas”, debido a su corta edad, parecen tener un mayor potencial de restauración y regeneración que las células derivadas de tejidos de individuos ya desarrollados. Teniendo en cuenta sus cualidades regenerativas, las células madre de cordón umbilical humano (hUCSCs) ofrecen nuevas posibilidades para el tratamiento de multitud de enfermedades hasta ahora intratables, como la esclerosis múltiple progresiva, la esclerosis lateral amiotrófica, así como ciertos trastornos oculares degenerativos, la apoplejía, la diabetes y algunos tipos de enfermedades del corazón.
¿Por qué las células madre son importantes para su salud?
Cuando se lesiona o enferma, sus células se dañan o mueren. Cuando esto sucede, las células madre se activan. Las células madre tienen la tarea de reparar los tejidos dañados y sustituir las células que mueren rutinariamente. De esta manera las células madre nos mantienen sanos e impiden el envejecimiento prematuro. Las células madre son como nuestro propio ejército de médicos microscópicos.


Salud: Células madre de la médula ósea para el tratamiento de la artrosis de rodilla



¿Que clases de células madre podemos encontrar?
 Las células madre vienen en muchas formas diferentes. Los científicos creen que cada órgano de nuestro cuerpo tiene su propio tipo específico de células madre. Por ejemplo, nuestra sangre viene de células madre de la sangre (también conocidas como hematopoyéticas).  Las células madre también están presentes durante las etapas tempranas del desarrollo humano, y cuando los científicos cultivan ėstas, se denominan “células madre embrionarias”. La razón por la que los científicos están entusiasmados con las células madre embrionarias es que el trabajo natural de las estas cėlulas es el de construir todos los órganos y tejidos en el cuerpo durante el desarrollo humano. Lo que esto significa es que las células madre embrionarias, a diferencia de las células madre adultas, pueden ser dirigidas potencialmente a la formación de casi cualquier otro tipo de los cientos que existen de células humanas. Por ejemplo, mientras que la célula madre sanguÍnea sólo puede formar sangre, una célula madre embrionaria puede formar sangre, hueso, piel, cerebro, y así sucesivamente. Además, las células madre de embriones son programadas por la naturaleza para formar tejidos e incluso órganos, mientras que las células madre adultas no lo son. Esto significa que las células madre embrionarias tienen una mayor capacidad natural para reparar los órganos enfermos. Las células madre embrionarias se producen a partir de embriones de unos pocos días de edad, sobrantes de tratamientos de fertilización in vitro, material que si no es utilizado es deshechado.


Tipos de Células Madre



¿Quė son las iPS o células madre pluripotentes inducidas? 
Los científicos y los médicos están entusiasmados con este nuevo tipo de células madre llamadas células “iPS”. La razón de nuestro entusiasmo es que las células iPS tienen casi las mismas propiedades que las células madre embrionarias, pero no provienen de un embrión. Por lo tanto, no hay consideraciones éticas con respecto a las células iPS. Además, las células iPS se producen a partir de células somáticas (que no son células madre) del propio paciente, lo que significa que las células iPS podrían ser devueltas al paciente sin riesgo de rechazo inmunológico, que es un problema importante con cualquier trasplante de células madre.

Desarrollan un hígado humano a raíz de células madre pluripotentes inducidas



¿Qué nos depara el futuro y cómo podría cambiar la atención mėdica si se incorporan las células madre en la terapia cotidiana?
Debido a que por naturaleza, las células madre tienen la tarea de reemplazar las células viejas o enfermas, los científicos han concebido la idea de utilizar las células madre como terapia para una amplia variedad de condiciones médicas. La idea es que al dar a un paciente enfermo las células madre o células diferenciadas a partir de células madre, podemos hacer uso de la capacidad natural de estas células para curar al paciente. Por ejemplo, si un paciente tiene un ataque al corazón, el objetivo sería transplantar cėlulas madre en el tejido herido para que reparen el daño al corazón. Las poblaciones naturales de células madre que todos poseemos tienen una capacidad limitada para reparar lesiones en nuestro cuerpo. Volviendo al ejemplo del corazón, las células madre del propio corazón no son capaces de reparar todo el daño que se produce despuės de un ataque al corazón. En cambio, un trasplante de millones de células madre sería mucho más potente.  Por lo tanto, el transplante de células madre supera la capacidad natural del cuerpo para sanar, debido al número limitado de células madre propias. Algunos obstáculos quedan por resolver antes de que la terapia con células madre se vuelva más accesible, incluyendo efectos no deseados, como la formacion de tumores que estas células potencialmente pueden generar, y el rechazo inmunológico. Aun así, las células madre pueden transformar la medicina y quizás en sólo una o dos décadas la mayoría de nosotros conoceremos a alguien, tal vez incluso nosotros mismos, que ha tenido un trasplante de células madre. Las células madre pueden ser utilizadas para tratar las enfermedades más acuciantes que hoy en día enfrentamos, incluyendo cáncer, enfermedades cardíacas, la enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, derrame cerebral, la enfermedad de Huntington, lesiones de la médula espinal, y muchas más.


Visión Futuro: Células Madre, ¿Una esperanza?



¿Qué tratamientos con células madre están disponibles en la actualidad y por qué la mayoría de los médicos no han adoptado esta terapia o solo la recomiendan con extrema precaución y como último recurso?
En la actualidad, existen pocos tratamientos de trasplante de células madre disponibles que científicamente se haya demostrado que son seguros y eficaces. El mejor ejemplo es el trasplante de médula ósea. Sin embargo, muchos tratamientos con células madre que no han sido validados están siendo anunciados y ofrecidos en todo el mundo. Muchas veces estos tratamientos atraen bastante atención de los medios de comunicación, especialmente cuando las celebridades, como estrellas del deporte, los reciben. Generalmente, los científicos y médicos en el campo de la investigación de las células madre alertan en contra del uso de estos tratamientos porque no está claro si realmente funcionan y si son seguros. Pacientes han muerto por estos tratamientos. Si bien es razonable considerar todas las opciones cuando uno se enfrenta a una enfermedad o condición potencialmente incurable, se recomienda que sólo se consideren estos tratamientos como último recurso y sólo después de hablar con su médico personal.


Células Madre

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